1. La importancia del Camino Santiago.
Desde luego que la relevancia y la importancia que tiene el Camino no viene dada por el hecho de que esta ruta fuera recorrida por el mismo apóstol Santiago, que ni lo vio ni mucho menos lo piso.
La ruta nace como una vía de peregrinación, un camino que conduce a peregrinos de todo el orbe conocido hasta la tumba del apóstol Santiago en Compostela. Desde el descubrimiento del sepulcro a principios del siglo IX, surgen peregrinos que van a Santiago, vuelven, se quedan a vivir en las ciudades del Camino o, incluso, fallecen en el mismo.
El Camino nada hubiese sido, ni nada es, sin el peregrino. El Camino tiene su importancia para el peregrino por tres experiencias distintas e inseparables que vienen a ser como las tres grandes etapas o partes que tiene:
a) Toda la vivencia del Camino. Los encuentros con los demás peregrinos, las charlas con los lugareños, con los posaderos, con los hospitaleros; los paisajes tan variados (montañas, mesetas, bosques, dehesas, cereales, olivares, viñedos… ); el arte (la fortaleza del románico, la espectacularidad del gótico y el exuberante barroco); la gastronomía; la cultura; los pueblos; las fiestas; la gente…En definitiva, el Camino.
b) El tiempo pasado en Compostela. Esas horas que se pasan en Compostela desde que se llega a su Catedral. Tras la alegría de llegar a la meta, van pasando los momentos intensos con mucha rapidez: el abrazo al Apóstol, la oración ante la tumba, la Misa del peregrino, la Compostela, las celebraciones y las múltiples despedidas.
c) El nuevo Camino de Santiago. El Camino de cada día. La vuelta a casa supone para muchos peregrinos una ocasión de poner en práctica aquello que en el Camino se ha descubierto, meditado, reflexionado…, en relación con Dios, con los demás, con uno mismo. El cambio que en algunos se produce y el llamado “espíritu del camino” recala ahora en la vida de los peregrinos. Es el momento de contar la experiencia a otros y de asimilarla personalmente. En muchos surge el deseo de volver a hacer el Camino en otra ocasión, quizás por motivaciones distintas, por otras rutas o por otra modalidad de Camino.
2. RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Pero, sin duda, la importancia del Camino de Santiago, declarados conjunto histórico-artístico en el año 1962, se ve reflejada y se debe en gran medida al reconocimiento internacional que ha recibido en las últimas décadas por el incalculable valor de su patrimonio cultural para la humanidad. Es el Bien de Interés Cultural español que goza de mayores reconocimientos internacionales.
Se valora como un “testimonio destacado del poder y la influencia de la fe entre las personas de todas las clases sociales en la Europa medieval”, conservando “el registro material más completo de todas las rutas cristianas de peregrinación” que existen.
“Patrimonio de la Humanidad” (1985) a la ciudad de Compostela por la UNESCO. Primer Itinerario Cultural Europeo” (1987), otorgado por el Consejo de Europa.
“Patrimonio cultural europeo” (1993) por los ministros de cultura de la UE.
“Patrimonio de la Humanidad” (1993) declarado por la UNESCO al conjunto de rutas de peregrinación a Santiago de Compostela que va desde los Pirineos hasta Galicia (es decir, el conocido como Camino Francés). Una calificación hasta ese mismo año reservada únicamente para conjuntos históricos y ciudades del mundo.
“Patrimonio de la Humanidad” (1998) por la UNESCO a los llamados “Caminos de Santiago de Compostela en Francia”, que abarcan las siguientes rutas jacobeas: Camino de Tuy, Camino de Limoges, Camino de Tours y Camino de Arlés o de Toulouse.
“Premio Príncipe de Asturias de la Concordia” (2004) por ser “un lugar de peregrinación y de encuentro entre personas y pueblos a través de los siglos”.
“Patrimonio de la Humanidad (2015) a los «Caminos de Santiago del Norte de la Península» que comprenden las rutas del Camino del Norte costero, el Camino Primitivo, el Camino vasco-riojano y el Camino de Liébana.
Los criterios que ha tenido en cuenta UNESCO para incluir a los Caminos de Santiago en su lista de lugares “Patrimonio de la Humanidad” avalan que el Camino tiene todos los elementos necesarios para expresar el Valor Universal Excepcional:
El Camino de Santiago es un “magnífico conjunto de patrimonio construido de importancia histórica creado para satisfacer las necesidades de los peregrinos” (abarcando iglesias, hospitales, albergues, puentes y todo tipo de estructuras).
La ruta comercial jacobea que se desarrolló en la Edad Media jugó “un papel crucial en el intercambio bidireccional de avances culturales entre la Península Ibérica y el resto de Europa” y en el “crecimiento de las ciudades del norte de la Península Ibérica”.
Unesco también destaca la riqueza del patrimonio cultural surgida en el Camino, “marcando el nacimiento del arte románico y presentando extraordinarios ejemplos de arte gótico, renacentista y barroco”.
Se destaca como gran valor que las rutas de peregrinación hayan seguido teniendo una función durante más de mil años; la mayoría de ellas “siguiendo todavía sus trayectorias originales”, y muchas conservando “sus características históricas”.
3. Motivaciones
Las motivaciones para ir al Camino de Santiago son muy variadas. Tal diversidad no es algo nuevo, ya que en la Edad Media tampoco existía un único y estricto motivo de ir a Santiago en peregrinación para rezar ante el santo. Se encontraban los que acudían por motivos económicos, los aventureros, los que vivían del Camino e incluso los falsos peregrinos que recorrían la ruta para ir estafando a los caminantes o desvalijando sus pertenencias.
Hoy en día el abanico se abre aún más. Asimismo, no solo hay una motivación, sino que puede haber justificaciones variadas que se van sumando. Además, a las razones por las que se va al Camino pueden añadírseles nuevos motivos que van surgiendo a lo largo del recorrido o al finalizarlo y que enriquecen la peregrinación.
Todavía es grande la proporción de peregrinos que acuden por un motivo estrictamente religioso. Puede ser para dar gracias, para pedir a Santiago por su intercesión o para reafirmarse en la fe o volverse a encontrar con Dios. Los máximos exponentes de este tipo de peregrinos son los grupos de parroquias, diócesis o colegios religiosos, aunque también hay familias, grupos de amigos y peregrinos individuales.
En segundo lugar, hay un gran grupo con una finalidad de búsqueda. Lo que resulta más complicado es explicar tras lo que andan porque ni ellos lo saben. Es una búsqueda para encontrarse con uno mismo, para hallar un sentido a la vida o una dirección que tomar, para encontrarse con otros peregrinos que le aporten lo que entienden que les falta… buscan algo que creen que encontrarán en ruta.
Un tercer grupo lo formarían los que van al Camino porque gusta y está de moda. Entienden que es algo que hay que hacer, no saben muy bien por qué, y van a la búsqueda de algo desconocido, aventuras, nuevas amistades o amoríos, deporte, adelgazar, gastronomía y además todo ello lo pueden llamar turismo cultural porque puedes ver monumentos, aunque al final la mayoría se los salten. Podríamos decir que van al Camino a la búsqueda de una experiencia, una emoción o una sensación, que es algo que está muy de moda en la actualidad.
Finalmente, podríamos encontrar un grupo heterogéneo de «otros». Ahí cabría de todo: los que van de gorra a la ruta para tener unas vacaciones a bajo coste cerca de un destino natural interesante, los que repiten una y otra vez la peregrinación y casi viven ya en el Camino, los presos que participan en programas de reinserción como peregrinos o, como en el medievo, los que se hacen pasar por peregrinos para timar y robar a los demás.
Todo entra en el Camino de Santiago. Como decía un poema escrito en la puerta del hospital de Roncesvalles: “la puerta se abre a todos, enfermos e sanos, no solo a cristianos sino aun a paganos, a judíos, herejes ociosos y vanos y más brevemente a buenos y profanos”.
https://iesalarcos.com/ensenanzas/
https://oficinadelperegrino.com/
Curso WordPress IES Alarcos