El escritor peruano dio hoy su discurso de entrada en la Academia Francesa y explicó su apego por la literatura francesa, aunque él no escriba en la lengua de Molière. Cuando estudiaba en Lima, recordó, «aspiraba secretamente en convertirme en un escritor francés. Estaba convencido de que era imposible ser escritor en Perú, un país sin editoriales y con escasas librerías», añadió.
Tan solo llegar a París en 1959, el joven escritor y periodista en formación, se compró un ejemplar de «Madame Bovary» de Gustave Flaubert. «Fue en París que me convertí en escritor», añadió. «Sin Flaubert nunca habría sido el escritor que soy, ni habría escrito lo que he escrito. Es más bien gracias a él que ustedes me reciben hoy», reconoció ante la asamblea de inmortales.